Después de un par de meses (diciembre y enero) sin puchero por diversas circunstancias, sobre todo la propia de la saturación alimenticia de las Navidades, el puchero de febrero no fue el habitual ya que en febrero no hubo un puchero, hubo varios y algunos consecutivos, pero además en ninguno se sirvió puchero propiamente dicho. Me explicare.
Decimos que lo del Puchero tiene un doble sentido: el puchero que nos comemos y el "puchero" en que simbólicamente nos convertimos los comensales (diversidad, calidad y fuego lento). Pues en febrero tuvimos un encuentro de gente (en este caso mujeres) de Red espacioGuía, reunidas para realizar una acción artística en el Hospital de San Martín de Las Palmas GC. El puchero de febrero duro 9 días (como las bodas en Marruecos). Además uno de esos días tuvimos invitados adicionales, una comida de encuentro para hilar futuros proyectos de la Red. Y por si era poco, uno de esos pucheros-no puchero lo hicimos en la calle. Resulta que Isabel Corral, asidua "pucherera", llevaba mucho tiempo incitándonos a que hagamos los pucheros en la calle, como una forma de llamar la atención sobre el uso público del espacio público. Al final le hicimos caso.
En el puchero 14, 18 ingredientes. Para marzo vuelve la normalidad.
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